miércoles, 23 de enero de 2013

Poema 2 `` Romance ´´


He andado muchos caminos, 
he abierto muchas veredas;
he navegado en cien mares
y atracado en cien riberas.
En todas partes he visto
caravanas de tristeza,
soberbios y melancólicos
borrachos de sombra negra.
y pedantones al paño
que miran, callan, y piensan
que saben, por que no beben
el vino de las tabernas.
Mala gente que camina
y va apestando la tierra...
Y en todas partes he visto
gentes que danzan o juegan,
cuando pueden, y laboran
sus cuatro palmos de tierra.
Nunca, si llegan a un sitio,
preguntan adónde llegan.
Cuando caminan, cabalgan
a lomos de mula vieja.
y no conocen la prisa
ni aun en los días de fiesta.
Donde hay vino, beben vino;
donde no hay vino, agua fresca.
Son buenas gentes que viven,
laboran, pasan y sueñan,
y en un día como tantos
descansan bajo la tierra. 


Opinión personal: habla sobre la gente que conoció en sus viajes por los caminos y las describe.

poema `` El Viajero ´´


Está en la sala familiar, sombría,
y entre nosotros, el querido hermano
que en el sueño infantil de un claro día
vimos partir hacia un país lejano.
Hoy tiene ya las sienes plateadas,
un gris mechón sobre la angosta frente;
y la fría inquietud de sus miradas
revela un alma casi toda ausente.
Deshójanse las copas otoñales
del parque mustio y viejo.
La tarde, tras los húmedos cristales,
se pinta, y en el fondo del espejo.
El rostro del hermano se ilumina
suavemente. ¿Floridos desengaños
dorados por la tarde que declina?
¿Ansias de vida nueva en nuevos años?
¿Lamentará la juventud perdida?
Lejos quedó -la pobre loba- muerta.
¿La blanca juventud nunca vivida,
teme, que ha de cantar ante su puerta?
¿Sonríe al sol de oro
de la tierra de un sueño no encontrada;
y ve su nave hender el mar sonoro,
de viento y luz la blanca vela hinchada?
Él ha visto las hojas otoñales,
amarillas, rodar, las olorosas
ramas del eucalipto, los rosales
que enseñan otra vez sus blancas rosas...
Y este dolor que añora o desconfía
el temblor de una lágrima reprime,
y un resto de viril hipocresía
en el semblante pálido se imprime.
Serio retrato en la pared clarea
todavía. Nosotros divagamos.
En la tristeza del hogar golpea
el tic-tac del reloj. Todos callamos. 



















Valoración personal: Trata sobre el paso del tiempo y la tristeza del hermano por desaprovechar su juventud y poder volver atrás en el tiempo para cambiarlo.

Antonio Machado


Antonio Machado nace en Sevilla en 1875. Es hijo de un estimable folclorista. En 1883 se traslada con su familia a Madrid y Antonio, como sus otros hermanos, estudia en la Institución Libre de Enseñanza. Continúa el Bachillerato en los Institutos de San Isidro y Cisneros (aunque no lo terminaría hasta los 25 años). Al morir su padre en 1893 y su abuelo en 1895 sobrevienen dificultades económicas y Antonio empieza un trabajo como actor teatral. En 1899 se traslada - con su hermano Manuel - a París donde trabaja como traductor y entra en contacto con la vida literaria parisiense. Posteriormente, en una segunda estancia en París (1902) conoce a Rubén Darío, con quien le unen mutuos lazos de admiración.
La publicación de Soledades (1903) lo revela como poeta extraordinario.
 En 1919 se traslada a Segovia donde desarrolla una intensa actividad de cultura popular. Es elegido miembro de la Real Academia Española en 1927. Conoce por entonces a Pilar Valderrama, la Guiomar de sus últimos poemas amorosos. Y en 1931 obtiene una cátedra en el Instituto Calderón, de Madrid (más tarde pasará al Instituto Cervantes).
En Madrid le sorprende la guerra. Firme partidario de la República, tiene que trasladarse a Valencia; en un pueblecito vecino, Rocafort, vive y escribe en defensa de su España, hasta 1938, en que va a Barcelona, para refugiarse al año siguiente en Francia con su madre. Ambos, muy enfermos, son acogidos en un hotelito de Collioure, donde el 22 de febrero de 1939 muere el poeta. Tres días después fallece su madre.